JAIME GUBIANAS JOVÉS. 1946

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  • Finaliza el Servicio Militar.

  • Exposición individual. Ateneo Barcelonés 1946.

Catalèg- Exposición Ateneo Barcelonés 1946 (exterior)

Catí¡logo de la 2ª Exposición en el Ateneo Barcelonés 1946 ( exterior )

Catalèg- Exposición Ateneo Barcelonés 1946 (interior)

Catí¡logo de la 2ª Exposición en el Ateneo Barcelonés 1946 ( interior )

crí­tica-Exposición Ateneo Barcelonés. diari: Solidaridad Nacional. data: 06/12/1946. pí¡gina: 05. columna: VIDA ARTISTICA. tí­tol: JAIME GUBIANAS EN EL ATENEO BARCELONÉS.

Crí­tica de la 2ª Exposición en el Ateneo Barcelonés 1946.
Diario:Â Solidaridad Nacional.
Fecha:Â Â 06/12/1946.
Pí¡gina:Â 05.
Columna: VIDA ARTISTICA.
Tí­tulo:Â JAIME GUBIANAS EN EL ATENEO BARCELONÉS.

JAIME GUBIANAS EN EL ATENEO BARCELONÉS.
En la sala de exposiciones del Ateneo Barcelonés, el pintor Jaime Gubianas presentarí¡, a partir de mañana, dí­a 7, una colección de dibujos sobre paisajes de la bella región ampurdanesa. Dada la valí­a de la artista, esperamos que la exposición serí¡ un completo éxito.

critica-Exposición Ateneo Barcelonés. Radio Espña de Barcelona. data: 12/12/1946. hora: 13 hrs. espai: CRONICA DE ARTE SEMANAL. titol: JAIME GUBIANAS Y SU MINIATURIZADA DIBUJISTICA. autor: Juan Francisco Bosch.

Crí­tica de la 2ª Exposición en el Ateneo Barcelonés 1946.
Emisora: Radio España de Barcelona.
Fecha:Â Â 12/12/1946.
Hora:Â Â Â 13 hrs.
Espacio: CRONICA DE ARTE SEMANAL.
Tí­tulo:Â JAIME GUBIANAS Y SU MINIATURIZADA DIBUJISTICA.
Autor:Â Â Juan Francisco Bosch.

RADIO ESPAí‘A DE BARCELONA.
CRÓNICA DE ARTE SEMANAL.
JAIME GUBIANAS Y SU MINIATURIZADA DIBUJíSTICA.

Los dibujos miniaturizados ( sanguinas y minas de plomo ) que Jaime Gubianas exhibe en el Ateneo Barcelonés, son, como notas de andar y ver por el paisaje del Ampurdí¡n, de inefable atractivo.
Su autor, con loable virtuosidad de procedimiento, logra dar justeza ambiental a sus diminutas versiones del agro ampurdanés, ” Paisaje “ y ” Panorí¡mica “, de Figueras; ” Camino de la fuente “, de la Junquera, y ” Vista de Polinya “, como a las urbanas figuerenses ” Casas “ y ” Suburbio “; ” Callejón “ y ” Caserí­os “, de Castellfollit, ” Los Arcos “ y ”.Calle vieja “, de la citada Junquera.
Gubianas acertó en la elección de los temas y su eficiente por atildada interpretación: pero debe poner a contribución sus posibilidades ensanchando el í¡rea donde aquellas pueden desenvolverse con mayor libertad de movimiento al verificar el traspaso al papel de lo que el cono visual enfoque.
La misma amplitud del paisaje reclama extensión mayor que la que Gubianas parece regatearle.

JUAN FRANCISCO BOSCH

crí­tica-Exposición Ateneo Barcelonés. diari: Soliradidad Nacional. data: 20/12/1946. pí¡gina: 01. tí­tol: MISTICO SENTIMIENTO DEL PAISAJE. autor: JOSE Mª. SANTA-MARINA.

Crí­tica de la 2ª Exposición en el Ateneo Barcelonés 1946.
Diario: Solidaridad Nacional.
Fecha:Â 20/12/1946.
Pí¡gina: 01.
Tí­tulo: MISTICO SENTIMIENTO DEL PAISAJE.
Autor: JOSE Mª. SANTA-MARINA.

MíSTICO SENTIMIENTO DEL PAISAJE.
Define Palomino, el dibujo, alma de la Pintura; razón sin vuelta de hoja; dibujar es remendar la forma, la estructura y el ambiente de la realidad; poco falta, pues, para copiar toda la enredada trabazón de un cuadro. Queda fuera de puertas el color;Â musical accidente que seduce y hechiza, mas no persuade.
Viendo que el dibujo es alma de la obra, ¿ cómo ha de entenderse, el que haya tantos dibujos sin ella ?. Por estos vericuetos cavilo a menudo. En el noble arte del pintor si existe algo que a pesar de su altanerí­a pueda el diablo cohechar, mercar y empringar con lubricidad, es el plumeado del dibujante materializado. El alma de un dibujo, poesí­a o evocación, surge de la fina concordia de proporciones entre elementos y distancias, de sutileza de trazo y de otros halagos del lí¡piz, se ha trocado en estos dí­as pecadores por esta feliz admiración, la ” gracia “. La perfección, la consecuencia del intento, el lugar de la escena, nada de ello cuenta; lo que importa es la ” gracia “. No aquella, bien entendido, que preconiza San Agustí­n, a la cual los sufridos mortales debemos cuantiosos bienes; sino leve quisicosa de plebeya ralea que se crí­a en apestosos medios, y rí­ase de su propia condición como pudiera hacerlo de las curvas que trazan los traspiés del beodo, de los garabatos del humo, de la decrepitud o corcova de cualquier afeada criatura. Ojos rayados por burdo lí¡piz, pobre de digna intención, han de aliviar la ceguera antes de percibir el poema de la luz y de las formas que pinta el campo en la hoja de cada dí­a.
La juventud anima la esperanza. La labor grí¡fica de Jaime Gubianas acogida en el Ateneo Barcelonés, denota un sentimiento fervoroso y poético, sincero a carta cabal, sacado de la naturaleza directamente tras piadosa abstracción, merced aún empeño concienzudo y paciente. Estos minúsculos dibujos, diminutos en dimensiones, pero de espacioso í¡mbito y onda emoción concebidos por idéntica sensibilidad, han sido realizados con medios diferentes. Unos rayados a mina de plomo, auténticas puntas secas, en donde todo lo resobado estí¡ excluido; abiertos con toque de grabado como pudiera haberlos hecho sobre metal duro y a buril; con esta penetrante incidencia, plano sobre plano, emplaza los términos, logra la vibración de la luz, y realza estructuras. Tienen estos dibujos un común regusto melancólico o severo que no les sienta del todo mal, y que bien pudiera ser hijo de la gris frialdad del grafito que mantiene la entonación a media luz. Esta sordina se deja sentir mí¡s con la proximidad y contraste de dos de entre ellos, a carbón: el detalle de una fortaleza y un caserí­o de tejado a ras de tierra, ejecutados con admirable acierto. Con los grises citados emparejan reanimando el completo otros tantos dibujados a sanguina, que por su arte darí¡n que pensar a mí¡s de un pintor avezado con dominio de sus medios, consigue este artista mí¡s amplia degradación de medias tintas cí¡lidas y jugosas que sabe especificar a fin de dar la sensación de ambiente, de frescura y hasta de inmensidad. Estos rojizos allegan a la colección la nota juvenil y punzante que a los grises falta, a mi entender.
Y dejo sin pararme en demasiada atención, la precisa fineza de toque, fina como un rayo de luz, que le ha permitido alcanzar ciertas maravillas, porque pienso, no obstante el mérito de esta maestrí­a, que tanto recuerda la de los ”.pequeños maestros holandeses “, cuando los años aniden en su piel y la vida con sus turbulencias embargue su voluntad, que acaso la perfección alcanzada por Gubianas en esta primera etapa, pase a ser un recuerdo en su carrera artí­stica.
Jose Mª. Santa Marina
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